Thursday 18 September 2008

Escapismos

A veces simplemente deseas desaparecer y disolverte en la nada.El alma parece hundirse, diluirse y volverse tenue, comola reminiscencia de algo que alguna vez existio.La carne se vuelve pesada y dolorosa, como una jaula, y quieres abandonarla de una vez por todas.

Las obsesiones van y vienen, y ya no eres capaz de diferenciarla realidad de los suenos, la preocupacion de la paranoia,la locura de la sensatez. Incluso, a veces puedes confundir el amor y el odio.Porque ambos duelen y ambos son extremadamente deliciosos. Porque ambos te hacen sentir viva.

Monday 18 August 2008

Pop

Estoy totalmente enamorada de una canción. Y es pop. No sé qué me ha pasado últimamente, pero me he dedicado a escuchar a artistas europeos de este género y me parece que sería mi género favorito.
Lo bueno es que hoy se ha puesto de moda (y, por lo tanto, sale en las radios) un tipo de pop que antes era alternativo y que es la mezcla ideal para mí:
voz femenina + piano + letras irónicas + cierta sensación retro

(Fiona Apple, Tori Amos, Sarah Bareilles, Terra Naomi, Rachael Yamagata, etc.)

Y aunque en esta no es exactamente esto, les invito a escuchar a Anna Ternheim, de Suecia. En esta canción, con su pura melodía suave, ha puesto más profundidad, sentimientos y "oscuridad" que en toda la música "dark" que se ha hecho.

Y sí, es POP.

Wednesday 6 August 2008

A song for you

What are you doing baby girl,
watching as the rain falls
with your mind lost somewhere else?
Never the pretty princess,
never the strongest witch,
neither the brightest light
nor the darkest night.

Your eyes speak of truths unknown,
of voices not shown,
and of dreams that never came true.
Can't shine as the world ask us to.
Can't stand their faces, can't stand this emptiness.

You may need an elegy,
a mournfoul melody
for your endless agony.
No one is writting us love songs my dear.
We are the ones left behind.

So I'll write you melody,
a song only for you.
Just a lullaby to lure you to sleep.

Wednesday 30 July 2008

Noches de lluvia

La lluvia caía sobre la ventana y las luces se perdían en la distancia convirtiéndose en señales borrosas tras las gotas de agua.
El mundo se diluía en sí y ella en esa liquidez, en ese frío y en la melancolía que le causaba.

Pero él estaba ahí: ya no era melancolía, sino sólo la noción de ser una memoria para ser atesorada
en lo más profundo del alma. El calor del cuerpo a su lado y la respiración acompasada a sus espaldas terminó de borrar la realidad al otro lado del vidrio y ella se sumergió en la calidez
de aquel que la invitaba a retomar los sueños.

Monday 26 May 2008

Los resultados de la escritura automática

Está inscrito en sangre en mi frente y somos uno en mi ridícula polaridad. Me dejó cansada y sin ganas de luchar de nuevo, sin alma, ni espíritu ni tiempo.

La casa está vacía, el corazón vacío: el saber lo robó todo. Nada queda, todo se pierde.

Sólo tengo palabras vanas y pútridas entre manjares y asociaciones.

No hay más en mí que encrucijadas y juegos que se desnudan y ríen, y hacen una sátira de mí.

Tanto control, tanto dolor, huesos, labios e imperfecciones, siempre erróneas, astilladas, eremitas y abstemias. El aire aprieta, asfixia. Huele a muerto, a epidemias, a la sal del mar. No hay límites, no hay nada.

Por favor que se acabe la conciencia, el dolor y el sopor. Que una emoción lo borre todo, lacerando mi piel y abriendo mi cráneo para que los colores escapen de él y rieguen este mundo, que así sirvo más.

Libertad en mi locura. Creo que existes. Pero no, yo no estoy loca, es sólo una excusa para mi debilidad.

Sueñas a mi lado como un fulgor y siento la sangre caliente en tus venas atadas a las mías, a mi ser, a mi inestabilidad. Ojala me pudieses curar de estos sueños, y así no estar sola entre piel y huesos que día a día se pudren y me matan. Trae el frío del norte hacia mis brazos para que lo cuide.

Soles, crisálidas y alas que se abren de par en par, quebrándose y pudriéndose, y yo dejo de ser por un instante. Sólo en tu simplicidad existo, sólo tú entiendes mi infamia y mi codicia, mi tortura, mi dicha, mi placer y mi hambre. Es que si no estás las piedras caen y me aplastan, el cielo desparece y todo queda abovedado entre mis gritos. Te pierdes, yo me pierdo, te escondes y caes entre mil rosas y sus espinas incapaces de dañar tu inmaculada metáfora que me obsesiona y llena mis noches de vigilia.

Me he ido y no sé volver al inicio del camino. Sácame de aquí, ahora, no dejes que me pierda.

Líneas y expresiones se suceden en falsedades e irritabilidad, los colores se superponen y entremezclan en mis oídos. El sol no está. Todo es negro, y no es melancolía sino la vida misma: me dejo tragar y matar por la tierra que me creó y crió. Aun no muero, aunque todo está enterrado bajo su luz. Ha quemado todo, pero florecemos en sangre, bajo la hiedra nacemos, a ella volvemos.

Mentiras y más mentiras. ¿De qué salvación me hablas? Perezcan ahora y libérense de las ataduras de la carne y el sebo. Bebíamos a los mártires como a estrellas en el cielo, buscando respuestas y capacidades innatas, estelas de razón y desafíos. ¡Pero no! No busquemos más que la parca nos acecha, Láquesis ata el hilo de la vida y nos toca morir. ¡Pues hagámoslo! Qué mas da entre tanta suciedad en el cielo y en la tierra, ángeles sin boca y un dios que no nos espera.

El fruto prohibido sabía a miel y a perverso, y a luna entre las estrellas. La savia de su árbol sabía a polvo y a humo. Vomitaba sangre que olía a rosas, decía profecías en latín y se convertía en poeta por cinco minutos

Una analogía que no sabe a nada, ni a sentido ni a cantos. Ya no cura a nadie y nadie la escucha, pero yo me uno a sus gritos. Aún no me encuentra, a pesar de mis llamados, entre los girasoles, las nubes y la primavera. Nunca me ha llegado su olor a nuevo. Sólo tierra, moscas y gusanos perdidos entre la maleza. Partir hacia adentro del espejo, cruzarlo, quebrarlo y morir en el intento.

Lenore fue perdida por su poeta. Nadja perdió la cabeza, y, al fin y al cabo, Safo también está muerta, convertidas ellas y yo en metáforas y en palabras vacías.

Monday 26 November 2007

Kafka en la Orilla

Continúo andando. Avanzo por las orillas de mi conciencia. Las olas de mi conciencia rompenen la orilla y se retiran. Dejan unas letras escritas y luego, inmediatamente, llega la siguienteola y las borra. Tengo que leer el texto a toda prisa, en el intervalo entre una olay la siguiente. Pero no es fácil. Antes de que pueda acabar de leerlo, se abate la siguiente ola y lo borra. Y en mi conciencia sólo quedan unas palabras inconexas y enigmáticas.

Extracto de Kafka En La Orilla (Haruki Murakami, 2002)
Hace unos días me terminé de leer este libro, que me ha dejado pensando, reflexionando... y sí, fascinada.
No haré una crítica literaria porque no sirvo para eso,pero sí quiero destacar que es un libro que me parece notable.

No es en sí demasiado denso, y es exactamente esa la razón por la cual resulta fácilde seguir. Así, de un momento a otro, te percatas de que estás inserto en su historia,en sus ritmos, en sus visiones. Y ya es demasiado tarde para huir. Kafka en la Orilla me atrapó y succionó mi alma dentro de sí no dejándome más opciónque seguir sus palpitaciones y soportar en muchos casos el dolor de que tegiren en 180 grados el cerebro, de que realidad y sueño, realidad y mito, se confundancontinuamente, de que a veces resultase una narración aterradora y macabra, y en otrascasi cómica. Pero el libro no tiene un clímax tradicional. No existe un punto en que la acción se condense,es más... pareciese desinflarse un poco en las últimas páginas. Pero creo que es simplemente porque la vida es así: no hay un cénit definido, y ella continúa,siempre como un final abierto.
Por si a alguien le interesase, aquí está lo que dice Wikipedia (gran fuente) de la novela:

Sunday 11 November 2007

Vacía

Así que ahí estás. Conseguiste finalmente lo que querías de mí, ¿no es cierto?

Te odio. Por fin puedo decirlo en voz alta: te odio por esto en lo que me has convertido, te odio porque me dejaste hecha trizas.
Siempre quisiste destruirme, y yo fui demasiado estúpida como para notarlo.
Lograste que me volviese tu marioneta y que permitiese que tu voz hablase a través de mis labios. Me hiciste llegar al punto más bajo de mi ser, me convenciste de aguantar la respiración y no me permitiste volver a tomar aire.
Tomaste todo lo que era mío, todo lo que era, y no dejaste nada más que una coraza vacía.

Ahora no queda nada. Ahora ha llegado el silencio del fin y sólo estamos tú y yo, mirándonos a la cara. Y sonríes. Has ganado.

Debo acabar contigo. Ya no tengo nada que perder. Pero en el fondo sé que estoy sola, y que tus palabras son ciertas: eres lo único que me queda, y si te destruyo… no seré más que esta masa informe a la que entregabas coherencia.