Monday 6 August 2007

Citando a Breton

(...)El primer grito de Melusina fue como un ramillete de helechos comenzando a quebrarse en una alta chimenea; fue el junco más frágil rompiendo sus amarras en la noche; fue, en un relámpago, la espada calentada al blanco ante los ojos de todos los pájaros del bosque. El segundo grito de Melusina debe ser el descenso del columpio en un jardín donde no hay columpio, debe ser el retozar de jóvenes caribúes en el claro, debe ser el sueño del alumbramiento sin dolor.

Melusina en el instante del segundo grito: ha brotado de sus caderas vacías, su vientre es toda la cosecha de agosto; su torso se hace esbelto en el fuego de artificio de su talle arqueado, ceñido por dos alas de mariposa; sus senos son armiños aprisionados en su propio grito, enceguecedores a fuerza de limpiarse la boca aullante con carbón ardiente. Y sus brazos son el alma de los arroyos que cantan y perfuman. Y bajo la cavidad de sus cabellos desteñidos, se componen para siempre todos los rasgos distintivos de la mujer-niña, de esa variedad tan particular que siempre ha subyugado a los poetas porque el tiempo no ha pasado sobre ella.

Arcano 17 (André Breton)